El Banco Mundial, a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, otorgó un préstamo por un monto inicial de USD 19,833 millones para la primera fase de ALIADOS y un Financiamiento Adicional de USD 19,315 millones para apoyar la segunda fase. El cofinanciamiento tanto del gobierno de Perú (USD 12.7 millones) como de los beneficiarios del proyecto (USD 13.9 millones) ayudó a financiar planes de negocios rurales y proyectos de desarrollo territorial.

El éxito del proyecto estuvo profundamente arraigado en la experiencia, el compromiso y la capacidad de AGRORURAL, una unidad dentro del Viceministerio de Desarrollo de Infraestructura Agrícola y Riego, parte del Ministerio de Agricultura y Riesgo de Perú, que fungió como agencia ejecutora del proyecto.

Durante la implementación, representantes de la sociedad civil, incluidos gobiernos locales y regionales, asociaciones de productores y comunidades agrícolas, entre otros, formaron Comités Locales de Asignación de Recursos, cuya función principal fue evaluar las propuestas presentadas por organizaciones locales en competencia para acceder a fondos públicos. Estos organismos crearon un entorno transparente y alentaron a los productores a diseñar propuestas sólidas. Son un buen ejemplo de participación ciudadana.

El programa ALIADOS benefició a los hogares rurales pobres en varios departamentos de la Sierra de Perú. La sierra peruana se caracteriza por tener la mayor proporción de ciudadanos del país que viven en la pobreza (82%) y pobreza extrema (58%). Aproximadamente 87,723 familias de 395 municipios de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Huánuco y Pasco se beneficiaron del proyecto.

Un legado importante del proyecto es el fortalecimiento de las capacidades de la comunidad y los productores para el manejo de recursos, la acción colectiva y la organización. Varios elementos del diseño e implementación del proyecto continuarán contribuyendo a los esfuerzos del Ministerio de Agricultura y Riego para implementar el Plan Nacional de Agricultura Familiar, con el objetivo de mejorar de manera sostenible los ingresos de los agricultores familiares. Un punto para destacar en este marco es que el proyecto promovió inversiones duraderas, en particular otorgando roles centrales de toma de decisiones y ejecución a las comunidades y organizaciones de agricultores para los subproyectos, promoviendo así una mayor participación y empoderamiento de las instituciones locales y regionales.

El proyecto también demuestra la importancia de apalancar y coordinar el financiamiento público y privado para lograr efectos transformadores en el sector agrícola y en la vida de las poblaciones rurales. El proyecto ALIADOS ofrece una valiosa experiencia de la que extraer lecciones para futuras iniciativas.

Este programa se complementa con otros que se han ido lanzando durante el año cómo respuesta a la pandemia del coronavirus, como el programa de Financiamiento Agrario Empresarial (FAE-AGRO). Este último es un mecanismo de provisión de recursos para la campaña agrícola 2020-2021 como beneficio directo de pequeños productores a bajas tasas de créditos, considerando la Garantía del Gobierno hasta el 95% y 98% de cobertura, según el monto otorgado.
En este sentido, el FAE-AGRO cubrirá los riesgos crediticios otorgados a través de las Empresas del Sistema Financiero peruano como Bancos, Cajas Municipales, Cajar Rurales, entre otras Empresas Microfinancieras, incluyendo a las Cooperativas de Ahorro y Crédito (COOPAC) que ya se encuentran reguladas por el ente regulador peruano, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).

En este sentido, los agricultores que hacen uso de hasta cinco hectáreas de cultivos serán los más beneficiarios con la presente medida y podrán recibir garantías de entre 98% y 95% a través del FAE AGRO, para los créditos de campaña agrícola de entre S/ 15,000 y S/ 30,000, que reciban a través de las ESF y COOPAC, respectivamente

El FAE-AGRO cuenta con un fondo de hasta S/ 2,000 millones, cifra nunca antes registrada en apoyo a los productores de Agricultura Familiar, a fin de dotar de financiamiento para atender los requerimientos de la campaña agrícola 2020-2021 y asegurar la provisión de alimentos a los mercados de las ciudades. El FAE-AGRO tendrá una vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020, a efectos de asegurar el abastecimiento de alimentos a nivel nacional.