Ha sido una larga tradición que las cadenas de televisión estadounidenses convoquen a los ganadores proyectados en la noche de las elecciones a medida que los resultados van llegando, pero es probable que las circunstancias de este 2020 generen numerosos desafíos para esa práctica.

Los “Decision Desks” establecidos por los medios de comunicación para proyectar a los ganadores de cada estado, que determinarán la carrera presidencial, se están preparando para una noche electoral complicada en medio de un momento incierto para el conteo de las boletas electorales enviadas por correo y ausentes y temores sobre reclamos prematuros de victoria.

En una campaña marcada por la pandemia de la COVID-19, los viejos métodos de las encuestas a boca de urna ya no serán muy útiles como lo fue en el pasado. Con el aumento de la votación anticipada, ausente y por correo, ya no es posible encuestar a los votantes en los lugares de votación y hacer predicciones precisas.

Algunos temen que un recuento temprano basado en los votos emitidos en persona el día de las elecciones pueda distorsionar el resultado y hacer que el presidente Donald Trump reclame la victoria antes de que se cuenten las boletas ausentes y enviadas por correo, lo que abre la posibilidad de un caos.

Es muy posible que haya discrepancias entre las redes porque cada red tiene sus propios estándares sobre cómo toman las decisiones de proyección, aunque todas utilizan prácticamente los mismos datos.
Algunos medios de comunicación, como la CBS News, dijo que su “Decision Desk” combinará los datos de las encuestas a pie de urna y los recuentos de votos con las encuestas y encuestas patentadas de la red a unas 100,000 personas en todo Estados Unidos.

Algunos analistas ya han advertido sobre un “espejismo rojo” que mostraría a Trump adelante con base en el conteo temprano de votos, incluso si los votos ausentes contados posteriormente revierten la tendencia, un resultado que podría provocar protestas.
Las elecciones quizá se ganarán no solo en las urnas y en los tribunales, sino también en el tribunal de la opinión pública. Todos los medios deben adoptar el estándar estricto de que no se debe declarar ningún ganador estatal hasta que se haya certificado que el número de votos que quedan por contar es menor que el margen entre los dos principales candidatos del partido.

Un Grupo de Trabajo Nacional sobre Crisis Electorales recién formado ha pedido a las organizaciones de medios y al Grupo Nacional de Elecciones, que recopila datos para los medios, que tengan más cuidado con las proyecciones del 3 de noviembre, indicando que esta elección presidencial será como ninguna otra en la historia de Estados Unidos.

Se estima que hasta el 70% de todos los votos emitidos pueden ser por correo u otros métodos de ausencia, y que el recuento dependerá de diferentes reglas para cada uno de los 50 estados. En ese sentido, el conteo podría llevar días o semanas para completar un recuento exacto de todos los votos.

Este período de incertidumbre agregará más presión a un sistema ya tenso y permitirá que los malos actores intenten socavar el proceso democrático, característico de Estados Unidos. Los diferentes tiempos de procesamiento en varios estados podrían generar esa incertidumbre, esto ya que incluso algunos estados ni siquiera permiten que se abran las boletas por correo hasta el día de las elecciones.
Por lo tanto, se espera que esos estados, basados en lo que vimos en las primarias, tomen más tiempo de procesamiento e informen sus boletas por correo. En algunos casos, pueden ser días o semanas.
Mientras tanto, un puñado de medios de comunicación estarán haciendo llamadas para obtener resultados tentativos y cercanos a la votación. Esto genera preocupación en este contexto, ya que hay diversos medios con claras tendencias políticas específicas. Por ejemplo, uno de los que están siendo observado muy de cerca es Fox News, uno de los favoritos de Trump y los republicanos. Esto pese a que Fox dijo en un comunicado que recopilará datos y hará proyecciones sin sesgos.

A pesar de los temores, una encuesta del Pew Research Center encontró que el 82% de los adultos estadounidenses confían en que sus principales fuentes de noticias tomarán la decisión correcta, con un poco más de confianza entre los partidarios del demócrata Joe Biden.