El Perú no sólo está de luto por los miles de fallecidos a causa de la COVID-19, también lo está por que el 09 de noviembre del 2020, el congreso peruano acaba de constituir un golpe de estado luego de vacar de forma ilegítima al presidente Martín Vizcarra, afectando seriamente a la débil democracia peruana.

Las pugnas entre el poder ejecutivo y el legislativo ha sido pan de cada día desde el inicio de este quinquenio en el 2016. El quinquenio comenzó con Pedro Pablo Kuczynski (PPK) como presidente de la República, quién luego de ganar las elecciones de forma muy apretada frente a la conservadora fujimorista Keiko Fujimori mantuvo una mayoría absoluta en el parlamento peruano. Este contrapeso generó una serie de discrepancias y conflictos entre PPK y el fujimorismo. Este primer episodio del quinquenio culminó con la renuncia de PPK a la presidencia ante la inminente vacancia que se le venía encima luego de revelarse audios dónde se negociaban votos con congresistas para evitar la primera moción de vacancia.

El segundo episodio de este quinquenio empezó el 23 de marzo del 2018, luego de la renuncia de PPK, el hasta entonces el primer vicepresidente de la república, Martín Vizcarra, asumió el cargo de presidente de la República. Desde el día que asumió la presidencia, las pugnas frente al congreso fujimorista continuó y no acabó sino hasta el cierre constitucional del congreso luego de que este denegara dos veces la confianza a un Gabinete de Ministros del gobierno de Martín Vizcarra.

El tercer episodio de este quinquenio empezó el 30 de septiembre del 2019, cuándo siguiendo la constitución, Martín Vizcarra disolvió el congreso y el país se mantuvo sin congreso. En enero del 2020 se llevaron a cabo las elecciones parlamentarias para elegir al congreso que completaría el quinquenio hasta el 2021, en marzo del 2020 se instaló el nuevo congreso donde el partido Acción Popular, fundado por el expresidente Fernando Belaúnde, obtuvo la bancada minoritaria más grande. Desde entonces, el congresista de Acción Popular Manuel Merino de Lama asumió como presidente del congreso de la República.

En marzo 2020, y con el inicio de la pandemia de la COVID-19, el congreso se instaló y empezó el cuarto episodio de este quinquenio de nuevas pugnas entre el nuevo poder legislativo y el ejecutivo. Un legislativo que en pocos meses se han caracterizado por medidas populistas sin sentido técnico y con implicancias serias en la economía peruana, también este congreso ha optado durante estos meses legislar en favor de sus propios intereses. Intereses que benefician a sus líderes, de cara a las elecciones presidenciales del 2021, tales como Antauro Humala, César Acuña, Alfredo Barnechea, Víctor Andrés García Belaunde, Daniel Urresti, José Luna, José Vega, entre otros. Todos ellos con investigaciones judiciales con evidencias clarísimas de la constitución de múltiples delitos, sentencias penales y resguardados detrás de la inmunidad parlamentaria.

Durante este cuarto episodio, el congreso ha legislado para blindar a personajes corruptos como el presidente de la comisión de fiscalización, Edgar Alarcón, quién pese a los pedidos de la fiscalía y del Poder Judicial de que se le levante la inmunidad parlamentaria, Manuel Merino decidió dilatar el tiempo para nunca ponerlo en discusión del pleno del congreso.

Con todo ello, la cereza del pastel fue intentar vacar al presidente Vizcarra sobre la base de testimonios no probados, de reportajes periodísticos y casi de chismes políticos. El primer intento fracasó luego de revelarse que Manuel Merino y Edgar Alarcón estaban conspirando contra Vizcarra. No obstante, ello, los mismos involucrados de la primera vacancia (Merino, Alarcón, Vega, Luna, Omonte y Chehade) estuvieron buscando la forma de constituir otra moción de vacancia. Luego de reportajes periodísticos que daban cuenta de aspirantes a testigos sobre las investigaciones que se sigue por la gestión de Vizcarra cuándo era Gobernador Regional de Moquegua, estos congresistas lo tomaron como verdad absoluta y sin prueba alguna, ni una evidencia, ni nada, decidieron montar otra vacancia presidencial.

Es así como la segunda moción llegó en medio de chismes políticos. El debate daba cuenta de las reales intenciones de los congresistas, vacar a Vizcarra sea como sea y por lo que sea, ya que eran oposición. Utilizaron de forma ilegal un artículo de la constitución política para justificar una inexistente Incapacidad Moral permanente de Vizcarra. La ilegalidad de este hace que la vacancia diera lugar a que Manuel Merino, presidente del congreso, asuma la presidencia de la República a través de un Golpe de Estado.

Resulta curioso cómo Acción Popular, partido que se ha caracterizado por ser demócrata, por ser un partido que ha sufrido un golpe de estado cuando Fernando Belaunde gobernaba en 1968, y que luego asumieron el gobierno de transición en 2001, con Valentín Paniagua, luego de la dictadura de Alberto Fujimori; hoy este partido sea parte de un golpe de estado ante un nuevo presidente ilegítimo.

Manuel Merino enfrentará no sólo el reto de enfrentarse a la pandemia, sino también a un 70% de la población que no lo reconoce como presidente de la república. Claramente será un gobierno populista, y lleno de distribución de favores a los partidos que le dieron el poder a Merino. Es claro pues que aquellos que buscaban la salida de Vizcarra para beneficiarse utilizaron el hambre de poder de Merino para poder constituir el golpe de estado.
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Hoy, Manuel Merino inicio la quinta fase de este quinquenio que será un gobierno de facto. Lamentablemente el Perú llegará al 2021, año del bicentenario, con un gobierno de facto, con autoridades que llegaron a través de un golpe de estado.
Muy lamentable lo que está pasando…el TC aún no se pronuncia y es verdad 70% de la población no reconoce a Merimo como presidente.
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Lamentable lo que pasa en Perú. A portas del bicentenario que se constituya un Golpe de Estado es muy lamentable. Llegaremos al bicentenario con un Gobierno de Facto.
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