La cámara baja del Congreso argentino comenzó a debatir un proyecto de ley que busca recaudar 300 mil millones de pesos (USD 3,750 millones) a través de un impuesto a las grandes fortunas para financiar programas destinados a ayudar a las familias afectadas por la pandemia de COVID-19.

El proyecto de ley respaldado por el gobierno de Alberto Fernández podría aprobarse a última hora si el debate no continúa pasada la medianoche, como predijeron algunos medios locales. Se esperaba que el Senado considerara la legislación antes de fin de mes una vez que sea aprobada por la cámara.

Las personas con más de USD 2.5 millones, alrededor de 12,000 personas, se verían afectadas por el impuesto fijo del 2%. El gravamen aumentaría progresivamente a medida que aumenta la equidad, según la propuesta.

La ley establece el cobro en una sola vez de un impuesto progresivo del 2% sobre los patrimonios superiores a 200 millones de pesos argentinos (USD 2.5 millones). Dicha tasa se elevaría al 2.25% en el caso de que las fortunas sean entre 300 y 400 millones de pesos argentinos, y al 2.75% en la franja de 600 a 800 millones de pesos argentinos.

Así mismo, el impuesto subirá al 3% cuando los patrimonios oscilen entre 800 y 1,500 millones de pesos argentinos, al 3.25% para fortunas de entre 1,500 y 3,000 millones de pesos argentinos. A partir de esa cifra, el impuesto será de 3.5%.

La iniciativa sostiene que el total en bienes en el exterior se tributará a un recargo del 50% sobre la tasa que corresponda según el patrimonio. Sin embargo, si la persona repatria el 30% de sus activos y los lleva a Argentina, dicho recargo se elimina y se paga por todo como si estuviese en el país.

El proyecto en debate llamado “Ley de Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas” tiene como objetivo que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recaude aproximadamente el 1.1% del PIB.

De acuerdo con la base de datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), 253 personas con bienes declarados en el país y en el exterior por una suma mayor a los 3,000 millones de pesos argentinos realizarían el 50% de la aportación total.

El presidente Alberto Fernández asumió el cargo en diciembre en medio de una recesión que se ha visto agravada por la pandemia. Ha aumentado drásticamente el gasto público para proteger a las familias más afectadas durante los últimos meses. Más de 35,700 argentinos han muerto por COVID-19 hasta el momento, según datos oficiales.

Así mismo, la recaudación de dicho tributo se destinará a la contingencia de la emergencia sanitaria de la COVID-19 cómo comprar equipos de salud, impulso a las pequeñas y medianas empresas, programas de desarrollo, becas al programa integral de becas Progresar y programas de exploración y desarrollo de gas natural, a través de la estatal leasa.