Miles de trabajadores y estudiantes protestaron en Colombia contra las políticas sociales y económicas del presidente Iván Duque, a pesar de las restricciones para controlar la propagación de la pandemia de coronavirus.

Los manifestantes marcharon pacíficamente en las principales ciudades del país y trataron de respetar requisitos como el uso de máscaras faciales y mantener el distanciamiento social.

La perspectiva de los manifestantes es que este es un gobierno que no discute ni negocia, por lo que han decidido mantener las protestas. De acuerdo con los manifestantes, el presidente es sordo, ciego y mudo ante otras opiniones.

Las demandas de los manifestantes incluyen mejorar la cobertura de salud y la educación, establecer un ingreso básico para los desempleados y los que no tienen pensiones, así como ayudar a las pequeñas empresas.

Los líderes sindicales mantienen su postura respecto a que mientras el gobierno mantenga su actitud de no diálogo ni negociación, las protestas continuarán en todo el país y además anunciaron nuevas marchas para diciembre y el próximo año.

Diversas organizaciones de la sociedad civil llamaron a un quinto “paro nacional” en una veintena de ciudades principales e intermedias de Colombia en rechazo a las políticas económicas, sociales, educativas, de salud y seguridad del Mandatario conservador.

La oficina del presidente Duque no ha respondido de inmediato a los pliegos de reclamos y tampoco ha hecho declaraciones por ni un medio de comunicación. Así mismo, el Ministerio del Interior declinó hacer comentarios.

En septiembre del 2020, la muerte de un hombre tras su detención por la policía provocó una ola de protestas en Bogotá y la ciudad satélite de Soacha, en la que murieron 13 personas.

Por otro lado, las marchas del año pasado fueron en su mayoría pacíficas, pero durante los primeros días se produjeron saqueos de centros comerciales y ataques contra el transporte público, lo que llevó al gobierno a declarar el toque de queda en Bogotá y Cali.

El joven Dilan Cruz murió luego de ser golpeado en la cabeza por un proyectil disparado por la policía durante una protesta en noviembre pasado, convirtiéndolo en un símbolo de protestas que continuaron hasta mediados de diciembre del año pasado.

Las protestas de esta semana en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga fueron pacíficas, dijeron los organizadores. En Bogotá se observaban pequeñas concentraciones en distintos puntos y las autoridades daban un balance positivo del comienzo de la jornada.

El Presidente Duque, en el poder desde 2018, soporta el descontento popular mientras lidia con el deterioro de la economía y la seguridad en medio de la pandemia.
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Las masivas protestas contra el gobierno comenzaron en noviembre de 2019 con ríos de personas que se movilizaban a diario en el mayor desafío popular que haya encarado un gobierno colombiano desde los años setenta.
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A diferencia del año pasado, esta vez, los colombianos se congregaron también en torno al reclamo por el repunte de la violencia en zonas apartadas del país tras el acuerdo de paz firmado con la exguerrilla de las FARC en 2016.

Expertos señalan al Estado colombiano de no haber tomado el control de los territorios dejados por los rebeldes tras el acuerdo de paz, lo que facilitó el fortalecimiento de nuevas organizaciones que se disputan el negocio de la coca.

Las manifestaciones menguaron con la pandemia, desde que se detectó el primer caso de la COVID-19 en marzo, pero los colombianos volvieron a las calles en septiembre de este año tras el homicidio de un hombre a manos de uniformados que desató sangrientas movilizaciones contra la brutalidad policial.